
"El sueño de pintar rostros" marca un antes y después en mi proceso como artista. Es la metamorfósis de mi antigüa visión nublada del mundo a mi alrededor, y una manera completamente renovada de ver la vida y atesorar los momentos cotidianos y la gente a nuestro lado; capturando su belleza y su inmensurable valor. Es la capacidad de asombro de un niño, de maravillarse y apreciar las cosas que damos por sentadas y tener un corazón genuinamente agradecido por ellas. Me gustaría transmitir esto con la esperanza de que aquellos que vean mi arte, puedan también abrir sus ojos a la belleza a nuestro alrededor, y darse cuenta, que los momentos más sencillos, y la gente cotidiana que nos rodea, son de hecho los más importantes.